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Si hay un tema dermatológico que preocupa tanto a hombres como mujeres, ese es la caída del pelo. A ellos les quita el sueño la calvicie y a ellas, los cabellos en la almohada, en la ducha, en el cepillo y en el piso del baño. Probablemente este problema, en el fondo, no tiene finales idénticos para ambos, pero psicológicamente pesa igual cuando adquiere ribetes de gravedad.

 

En medicina, esta patología se denomina alopecia. Viene del griego ‘alopex’, que a su vez deriva de una palabra que significa ‘zorro’, porque para los griegos este animal era el que mudaba su pelaje con mayor frecuencia.

 

Cuando hablamos de alopecia, entonces, nos referimos a la pérdida anormal del pelo, y puede afectar el cuero cabelludo, pestañas, cejas, axilas, barba y, en general, todas las zonas del cuerpo.

 

 

Nuestro director médico, doctor Mauricio Rivas, explica que “las alopecias son un capítulo dentro de las enfermedades del cuero cabelludo, que se caracterizan por la caída del pelo y la disminución de la densidad folicular, es decir, menos pelos a nivel del cuero cabelludo”.

 

No hay que confundir con el envejecimiento normal del cabello. El doctor Rivas comenta que algunas pacientes llegan muy asustadas a la consulta porque su moño, que antes era grueso, ahora está super delgado.

 

“Y ello es parte del envejecimiento normal del pelo, de la unidad folicular, que con los años va creciendo menos -dice-. Normalmente el pelo crece hasta siete años y se cae. Sin embargo, con el paso del tiempo tiende a crecer hasta cuatro o cinco años y, por lo tanto, es frecuente que las mujeres después de los 40 años ya no puedan tenerlo a la cintura y no les crezca más allá de los hombros. Eso se traduce en una disminución del grosor de los moños y no corresponde necesariamente a una alopecia”.

 

En otras palabras, con el paso de los años el pelo nace, crece y se cae más rápidamente.

 

 

 

TIENE MUCHAS CAUSAS

Existen más de 80 causas para la alopecia. En general se dividen entre las inflamatorias y las no inflamatorias, y también por trastornos del tallo piloso.

 

Entre las inflamatorias están las alopecias provocadas por el lupus discoide, el liquen plano pilaris y la fibrosante frontal; dentro de las no inflamatorias las más frecuentes son la androgenética y la areata.

 

“Muchas veces diagnosticamos las alopecias simplemente por la clínica, es decir, observando al paciente, preguntándole y haciéndole una tricoscopía, que es una visualización de la unidad folicular mediante un aparato que se llama dermatoscopio -señala el doctor Rivas-. Según esos hallazgos es el diagnóstico que le damos al paciente y el tratamiento que le vamos a ofrecer”.

 

LAS MÁS COMUNES

La alopecia más frecuente es la androgenética. Se estima que es responsable de nada menos que el 95% de los casos y aunque afecta mayormente a hombres (porque está provocada por la acción de las hormonas masculinas), también la padecen mujeres, principalmente después de la menopausia, cuando tienen una proporción mayor de testosterona.

 

“Tiene un patrón un poco distinto y en general la tratamos de manera distinta a como lo hacemos en los hombres, pero puede comportarse de forma muy similar”, indica el doctor Rivas.

 

También es común la alopecia areata. En ella la pérdida del pelo no es definitiva -porque el folículo piloso no se destruye- y afecta generalmente un área determinada, generando formas de parches calvos, ya sea aisladamente en el cuero cabelludo, la barba o en otras partes del cuerpo. En casos más graves puede afectar la cabeza o el cuerpo completos.

 

El estrés es una de las causas más frecuentes de la alopecia areata.

 

 

 

¿EXISTE TRATAMIENTO?

La androgenética se trata fundamentalmente con dos medicamentos: el finasteride y el minoxidil, de manera tópica u oral. La areata, en tanto, con corticoides inyectables.

 

En alopecia provocada por el lupus discoide, con hidroxicloroquina. Para casos más severos, el implante de pelo es la solución, y este procedimiento se realiza en nuestra clínica. (https://clinicavallenorte.cl/dermatologia-clinica-y-quirurgica/)

 

Lo importante es que, dependiendo de la alopecia, ésta puede ser revertida.

 

 

CUÁNDO PREOCUPARSE

A grandes rasgos, lo normal es que se caigan unos 100 pelos al día. Puedes contarlos, si lo prefieres, poniendo un receptáculo en la ducha. No es necesario que lo hagas a diario, puede ser cada dos o tres semanas.

 

Si la cantidad de pelos es menor o está muy cerca de los 100, se habla de una caída fisiológica. Es normal y equivale aproximadamente al 1% del total de pelos del cuero cabelludo. Detrás de la hebra que se cayó viene creciendo una nueva, de manera que no hay que alarmarse.

 

Si sospechas que el total caído supera con creces los 100 diarios, te recomendamos que agendes una cita con el dermatólogo.

 

 

TEN EN CUENTA:

- Los champús anticaída aportan muy poco en la batalla contra la pérdida de pelo, no más del 1%. No son considerados como tratamiento médico de primera línea, en absoluto.

 

-Tomar biotina ayuda si lo que padeces es una alopecia androgenética o un efluvio telógeno, pero no sirve para todas las alopecias ni tampoco su efecto es muy notorio. Recuerda que es mejor que la prescriba un dermatólogo.

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