Esta enfermedad de la piel ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con tapones de queratina, provocando comedones abiertos o cerrados que pueden evolucionar y provocar lesiones mayores.
Es más común entre adolescentes, pero puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad. La gravedad está en sus cicatrices y en el sufrimiento emocional que puede provocar. La buena noticia es que sí puede tratarse y curarse. (https://clinicavallenorte.cl/dermatologia-clinica-y-quirurgica/)
Acá, el doctor Mauricio Rivas, director médico de nuestra clínica, responde algunas de las inquietudes más frecuentes sobre este trastorno.
P. ¿Qué produce los comedones?
R. Los comedones se producen por la obstrucción de la unidad pilosebácea con tapones de queratina. A eso le llamamos ‘microcomedón’, que posteriormente evoluciona a un comedón visible.
Si es abierto hablamos de ‘comedón abierto’, o punto negro; y si es cerrado le decimos ‘comedón cerrado’, porque está cubierto por piel.
Este comedón, por factores inflamatorios, evoluciona a lesiones, como las típicas espinillas, que denominamos pústulas. Son lesiones mucho más grandes, dolorosas y que pueden dejar cicatrices.
P. ¿En quiénes es más frecuente?
R. El 80% de los adolescentes, de entre 12 y 24 años, tiene o va a tener acné. Es muy frecuente.
P. ¿Es normal, por lo tanto?
R. No, no es normal tener acné. Esto es super importante de aclarar, porque hay una cierta normalización del acné, y la verdad es que la ocurrencia de éste en los adolescentes afecta la autoestima.
Y, sobre todo, puede dejar cicatrices si no se trata oportunamente, y esas cicatrices son para toda la vida. En nuestra clínica tenemos láseres para tratarlas y disminuirlas, pero no se pueden eliminar al ciento por ciento.
P. ¿Afecta más a unas pieles que a otras? Por ejemplo, más oscuras o más grasas.
R. No, en realidad no hay más prevalencia en pieles más oscuras, pero obviamente las pieles grasas tienen más tendencia a tener acné.
P. ¿En qué zonas aparece?
R. Depende mucho del tipo de acné. El adolescente aparece en la zona T, es decir, frente, nariz y mentón. También, en espalda y pecho.
El de la mujer adulta, en cambio, tiende a ubicarse en zonas más dependientes de hormonas, que normalmente son el mentón, la zona del reborde mandibular, incluso el cuello, y aumenta antes del período.
P. ¿Puede decirse que es una enfermedad típica de adolescentes?
R. Si lo vemos por prevalencia, diría que sí, al adolescente es al que más afecta, por estadística. Sin embargo, paradójicamente, en mi consulta veo más mujeres que adolescentes con acné. Quizá esto se debe a que consultan más precozmente, apenas tienen un granito vienen rápidamente al médico.
Pero hay que recalcar que es una enfermedad que puede afectar no sólo a los adolescentes, sino que a todas las edades. El segundo grupo en que más frecuentemente se da es en mujeres adultas, y en este caso las causas son distintas.
P. ¿Qué lo provoca?
R. El acné de adolescente tiene más que ver con el desarrollo puberal y con algunos elementos del desarrollo a nivel de crecimiento endotelial, factores de la hormona del crecimiento, etc. Sin embargo, no tiene una sola causa, sino una multiplicidad de ellas, incluyendo a veces hasta los alimentos.
En la mujer adulta tiene su causa en una mayor sensibilidad periférica a la hormona testosterona. Cuando le digo esto a la mujer adulta que tiene acné me contesta que ya fue al ginecólogo y al endocrinólogo y que sus exámenes están normales.
Y, efectivamente, puede no tener un trastorno hormonal hecho y derecho, pero sí una mayor sensibilidad periférica a la testosterona, que hace que las glándulas sebáceas, su unidad pilosebácea, sea más sensible a ella y le provoque un acné.
P. Decía que los alimentos influyen.
R. Sí, los alimentos influyen, como, por ejemplo, los hiperglicemiantes, es decir, que se absorben muy rápidamente y aumentan la insulina en la sangre, como los lácteos y los carbohidratos simples. Pero no son los alimentos la causa del acné, sino que son un factor más dentro de esta enfermedad.
P. ¿Puede culparse al chocolate y las grasas?
R. Más que a las grasas, a la leche y al chocolate, porque son alimentos que se absorben muy rápidamente y que liberan mucha glicemia en la sangre. Las grasas no tanto, sobre todo las saludables que tienen un salmón o una palta; éstas no generan acné y sí son beneficiosas.
Las grasas saturadas, si bien no las recomendamos comer o no comer en grandes cantidades, no se han asociado tanto al acné como sí la leche y el chocolate.
P. ¿Cuándo se debe consultar al médico?
R. Si la persona tiene una espinilla aislada, no; pero si lo suyo ya es un acné persistente y siguen apareciendo lesiones a pesar de las medidas básicas de lavado de cara y uso de protector solar, lo ideal es que consulte al dermatólogo.
Aparte de sus consecuencias psicosociales, el gran problema del acné son las cicatrices que puede dejar en la cara y que resultan bien difíciles de tratar. Muchas veces son invalidantes para algunos pacientes.
P. ¿Qué grados tiene el acné?
R. A grandes rasgos, se puede clasificar en acné comedogénico, que es el más simple, porque en él sólo predominan los comedones; después viene el inflamatorio, que lo dividimos en leve, moderado o severo, dependiendo de la cantidad de lesiones y su severidad, o si tiene nódulos o no.
Y están las variantes conglobata y fulminans, que son mucho más severas.
P. ¿Puede ser causado por el estrés?
R. El estrés es un factor que lo puede desencadenar. Existe una variante, llamada acné excoriée, que se da en pacientes que están sujetos a mucho estrés y que tienen un trastorno de ansiedad de base. Ellos tienden a verse una espinilla, un granito, y no están tranquilos hasta que se sacan sangre, y uno los ve llenos de costras y cicatrices en toda la cara.
Esto deja marcas y cicatrices, por lo que es un trastorno que está irremediablemente ligado en estos casos al tratamiento psiquiátrico que podamos ofrecerle, o psicológico al menos.
P. Si se tiene tendencia al acné, ¿con qué se debe tener cuidado en la rutina cosmética?
R. Con las cremas muy grasosas. Las que tienen alto contenido en grasa, que son muy espesas o que son ungüento, no deberían ocuparse en pieles con acné porque tienden a ser oclusivas y lo empeoran.
Los maquillajes que son muy grasosos también deberían evitarse, lo mismo que tocarse la cara con frecuencia.
Otro factor que aumenta mucho el acné y que a veces pasamos por alto es el uso de vitaminas, especialmente el complejo B, y particularmente el B12. Vemos bastantes brotes de acné por inyecciones o consumo de vitaminas en personas que no las necesitan.
P. ¿Qué tratamientos se realizan en esta clínica?
R. Utilizamos cremas medicadas, por ejemplo, la adapaleno, la clindamicina y el peróxido de benzoílo; también, medicamentos orales como la doxicilina, y en los casos más severos la isotretinoína, que es el mejor para tratar el acné y que lo reservamos para los casos refractarios que no han respondido a los tratamientos anteriores.
En la mujer adulta me gusta utilizar la espironolactona. Ese es el desde, porque muchas veces incluimos también peelings, láseres y otros tratamientos para complementar el tratamiento dermatológico.
Y si el paciente tiene cicatrices, tenemos todos los equipos para tratárselas de forma apropiada.
P. ¿Se pueden borrar las cicatrices?
R. Mejorarlas sí, mucho, bien cercano al 100%, pero nunca en un 100%, porque lamentablemente los seres humanos hasta el hoy no nos regeneramos en ese porcentaje en ninguna de nuestras heridas. A lo mejor en un tiempo más sí.
Tenemos la mejor tecnología del mercado que puede borrarlas, el láser Resur Fx o el láser eCO2 de Lutronic. También hacemos subcisión y una técnica que se llama TCA Cross, y en algunos casos las quitamos quirúrgicamente.
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