1.MUY ANTIGUAS. Existen desde tiempos inmemoriales, probablemente causando siempre la misma sensación perturbadora. Se trata de pequeñas protuberancias cutáneas o crecimientos de la piel, con una superficie áspera. Pueden ser redondas u ovaladas.
“Son siempre manifestaciones cutáneas, con muchos subtipos clínicos -describe el Dr. Mauricio Rivas, director médico de Clínica Valle Norte-. Están las verrugas planas, las filiformes, las vulgares, las plantares, las genitales, etcétera. Su diagnóstico es clínico”.
2.ALTAMENTE CONTAGIOSAS. Son causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus es extremadamente común y existen más de 100 tipos diferentes de él. Algunos pueden causar verrugas en varias partes del cuerpo. “Hay que aclarar que no todas son por el virus papiloma humano de transmisión sexual, porque hay pacientes a los que uno les menciona el VPH, se asustan y aseguran que no han estado con alguien -comenta el médico-. Y, claro, no es eso. Por ejemplo, basta con que una persona toque una moneda contaminada para contagiarse una verruga palmar, o salude con la mano a otro. Para todo eso no necesitas una transmisión sexual. Obviamente, las genitales sí la requieren”.
3.EN TODAS LAS ZONAS. Existen varios tipos de verrugas, distintas en apariencia y ubicación. Las más comunes son las verrugas comunes, las planas, las plantares y las genitales. Las comunes generalmente aparecen en las manos o los dedos, mientras que las planas son más suaves y tiende a aparecer en la cara y el cuello. Las plantares afectan la planta del pie y pueden provocar dolor al caminar. Y las genitales se ubican en la zona púbica o entre las piernas, y son consideradas en sí una enfermedad de transmisión sexual.
4.ASINTOMÁTICOS. No todas las personas infectadas con el VPH desarrollarán verrugas, puesto que la susceptibilidad individual puede variar. “Hasta el 80% de las personas puede tener virus papiloma humano sin tener síntomas. Básicamente puede ser un portador, pero asintomático”, señala el Dr. Rivas.
5.CUIDADO CON LAS HERIDAS. La propagación del VPH se favorece con la humedad y el calor, lo que explica por qué las verrugas son más comunes en áreas donde la piel se frota, como las manos y los pies. Tener lesiones en la piel (cortes, por ejemplo) también aumenta el riesgo de desarrollar verrugas, ya que el virus puede ingresa más fácilmente a través de las heridas.
6.¿DUELEN? En general, no, dice el Dr. Rivas, pero sí pueden provocar picazón. Salvo en las plantas de los pies, donde sí pueden doler.
7.¿REAPARECEN? Suele ocurrir, “porque el virus normalmente queda guardado en el ADN de los queratinocitos. Algunas personas efectivamente lo eliminan por completo, pero otras no, y tienden a reaparecer en situaciones de estrés”.
8.CÓMO SE TRATAN. “Normalmente partimos con tratamientos destructivos, por ejemplo, con nitrógeno líquido, que es algo que hacemos todos los días la consulta. Cuando llevamos varias sesiones y no funciona con nitrógeno, mezclamos con otras técnicas que pueden ser medicamentos, como el imiquimod, o incluso inyecciones internacionales de algunas vacunas”, precisa el Dr. Rivas.
9.LA PREVENCIÓN. Simple y claro: el mínimo contacto físico posible. No saludar ni de beso ni de mano si no se conoce a la persona, o si no se sabe qué patologías puede tener. “Y, sobre todo, pareja única para evitar las verrugas genitales”, enfatiza el dermatólogo.
10.SI HAY VERRUGA, ¿HAY VPH? Sí, efectivamente. Pero se debe insistir en que hay muchos tipos de virus papiloma humano. No todos corresponden al de transmisión sexual, que es el más temido porque se asocia con el cáncer cervicouterino. “El virus papiloma humano en la mujer no necesariamente se manifiesta como verrugas genitales, sino como displasias a nivel de cuello uterino que con los años puede llevar al cáncer cervicouterino. Entonces, cuando la mujer se hace el papanicolau, por ejemplo, lo que se está buscando no es el papiloma humano, lo que se busca son signos precoces esta neoplasia. Si la paciente tiene virus papiloma humano, no necesariamente va a salir alterado el papanicolau. Para buscar derechamente el VPH en personas asintomáticas hay otras técnicas, como el PCR, pero no se hace de rutina”, explica el Dr. Rivas.
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